viernes, 28 de octubre de 2011

El mundo entero

Vulnerando esa norma que no impuse, con la inercia de un grito escalofriante. Cayendo sin remedio hacia la sima, embrozado en un deseo palpitante. Déjame bordarte el pensamiento, déjame tenerte en este instante. Déjame hermanar tu desafío con la penuria de mi afán constante. Quiero ser un niño malcriado que juguetea un sueño concupiscente al amparo de la vida inane. Mantén en vilo el soplo mi carne, si algo resta ocúpate más tarde.

2 comentarios:

  1. Enganchada a unas palabras. Necesito loctite, para asegurar su permanencia. :-))) Muackkkkkkks

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  2. Como bien dice Elena, "enganchado". Extraordinario. Maravillosas palabras para expresar el deseo, que a veces nos hace creer que lo mundano es la solución y por mucho que lo desgranemos, de nada sirve.
    ¡Un saludo, Daniel!

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